martes, 20 de marzo de 2012

Los prejuicios


Aquí os dejo una historia donde se ve el problema de tener prejuicios
UN TAZÓN DE CALDO
Una señora de setenta y cinco años coge un tazón y le pide al camarero que se lo llene de caldo. A continuación, se sienta en una de las muchas mesas del local. Pero, apenas sentada, se da cuenta que se ha olvidado del pan. Entonces se levanta, se dirige a coger un bollo para comerlo con el caldo y vuelve a su sitio.
¡Sorpresa! Delante del tazón del caldo se encuentra sin inmutarse un hombre de color, un negro, que está comiendo tranquilamente. ¡Esto es el colmo, piensa la señora, pero no me dejará robar! Dicho y hecho. Parte el bollo en pedazos los mete en el tazón que está delante del negro y coloca la cuchara en el recipiente.
El negro complaciente, sonríe. Toman una cucharada cada uno hasta terminar la sopa, todo ello en silencio. Terminada la sopa, el hombre de color se levanta, se acerca a la barra y vuelve poco después con un abundante plato de "espagueti" y... dos tenedores. Comen los dos del mismo plato, en silencio, turnándose. Al final se van.
¡Hasta la vista ! saluda la mujer.
¡Hasta la vista! responde el hombre, reflejando una sonrisa en sus ojos. Parece satisfecho por haber realizado una buena acción. Se aleja.
La mujer lo sigue con su mirada, una vez vencido su estupor busca con su mano el bolso que había colgado en el respaldo de su silla. Pero ... ¡sorpresa! el bolso ha desaparecido. Entonces aquel negro... Iba a gritar ¡ladrón! cuando, ojeando a su alrededor ve su bolso colgado de una silla dos mesas más atrás de donde estaba ella, y sobre la mesa la bandeja con un tazón de caldo ya frío.
Inmediatamente se da cuenta de lo sucedido. No ha sido el africano el que ha comido su sopa, ha sido ella quien, equivocándose de mesa, como gran señora ha comido a costa del africano.
Después de que lo terminéis de leer quiero que os deis cuenta los prejuicios que tiene la gente y como nos dejamos llevar por ellos. Muchas veces calificamos a las personas por como visten, por su físico por su apariencia en general y lo que habría que hacer es conocerlas antes de juzgarlas porque puede que una persona vaya muy bien vestida pero sea una  mala persona o al revés que una persona que sea pobre y vaya mal vestida no tiene porque ser un delincuente si no que por motivos de la vida se ve así en la calle. Asique no juzguéis a las personas antes de conocerlas ya que os puede pasar como a esa señora

1 comentario:

  1. Hola Daniel. Me parece una gran situacion la que planteas, y un tanto comprometida para la señora.
    Lo mas interesante de la lectura es como lo comentas, por que reflejas fielmente los prejuicios de la señora cuando piensa que ha sido el de color el que le ha robado el bolso, situacion que no ocurre despues de todo.
    Un saludo.

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